No es por darme ínfulas, pero...
Durante años escuché a gente supuestamente bien documentada afirmando que en las elecciones en Chile "los votos en blanco se suman a la mayoría", idea que es francamente ridícula y que se desacredita inmediatamente al leer la ley 18.700. Mi paciencia se terminó de colmar cuando el día de las elecciones municipales de 2012, un importante diario de circulación nacional repitió este sinsentido (El Mercurio de 28 de octubre de 2012, página C6: «Se considerarán votos nulos aquellos que además de estar mal tachados estén escritos. Mientras que las papeletas que no presenten una opción definida, pero sí alguna escritura, se contarán entre los blancos que se sumarán a quien tenga la mayoría.»).
Decidí resolver este problema en vez de simplemente rezongar al respecto, así que investigué las leyes electorales, la presente y las pretéritas, con el propósito de desmentir documentadamente este mito y al mismo tiempo determinar de dónde diablos había salido. El resultado fue (la versión inicial d)el documento Los votos en blanco NO se suman a la mayoría., publicado el 1 de noviembre de 2012.
Publiqué dicho documento pensando en tener recopilados ahí todos los argumentos necesarios para corregir a quien siguiera repitiendo este mito, y darle la misma opción a otras personas que estuvieren en mi misma posición. El éxito que ha tenido mi página ha sido mayor al esperado: habitualmente tiene unas 15 a 30 visitas diarias, cantidad que se incrementa progresivamente en los días inmediatamente anteriores a las elecciones, llegando a un máximo de varios cientos el día en que se efectúa cada una de ellas (340 visitas el 30/06/2013, 883 el 17/11/2013 y 1005 el 15/12/2013).
Esto ha tenido, sin duda, el efecto positivo que deseaba: ahora escucho o leo afirmaciones que repiten el mito de marras con mucha menor frecuencia... aunque, como los mitos son "duros de matar", ahora hay quienes preguntan si los votos nulos se suman a la mayoría (lo que tampoco es cierto).
Durante enero, voy a releer mi artículo y rerredactar algunos párrafos, para dejar en claro que ni los votos en blanco ni los nulos se suman a la mayoría. Con un poco de suerte, para la próxima elección (municipales, 2016), este mito habrá muerto.
Aunque... capaz que más de alguien pregunte si los votos de los electores que no fueron a votar se deban sumar a la mayoría... y considerando la altísima abstención que habrá (las elecciones municipales se efectuarán el 30 de octubre de 2016, en medio de un «fin de semana largo» de cuatro días), esta idea deberá ser desmentida.
Éste es un pequeño lugar en el que vierto ideas y opiniones misceláneas.
This is a small place where I write down miscellaneous thoughts and opinions.
24 de diciembre de 2013
28 de noviembre de 2013
Diciembre, no marzo, es el peor mes del año para los chilenos.
Marzo tiene fama de ser el peor mes del año para los chilenos, debido a los fuertes gastos en que se debe incurrir (comienza el colegio de los niños, se debe renovar el permiso de circulación del auto, hay que pagar la primera cuota de las contribuciones de bienes raíces, etcétera). Es por ello que la frase «¿Se te apareció marzo?», acuñada hace ya unos quince años en una campaña publicitaria de un banco, tuvo la acogida que tuvo y se convirtió en parte de un selecto conjunto de expresiones de idéntico origen que han sido incorporadas al habla informal del chileno medio (otras son «Tómate un Armonyl.» y «¡Le saco la sal!»).
Marzo es innegablemente doloroso... pero lo es principalmente para el bolsillo. En realidad, el peor mes para los chilenos es diciembre. ¿Por qué? Hay muchos motivos:
Una vez que ha pasado la navidad, lo peor ya está atrás - la última semana de diciembre es notoriamente más relajada, pero aún queda preparar la fiesta de año nuevo y, en la pega, terminar los proyectos pendientes y esperar las evaluaciones por desempeño en la pega (un proceso de suyo desagradable, ya sea que se haga de manera seria o -como en ciertos lugares que conozco- se trate de un fraude descarado en que se perjudica a los trabajadores).
El mes se cierra con la fiesta de año nuevo, que da la bienvenida al nuevo año y al mes de enero en particular... que es mucho más tranquilo.
Tal vez cuando alguien se vea muy agobiado, debería decírse que «su calendario interno dice que es diciembre» o algo por el estilo.
ADENDA DECEMBRINA:
Tras la publicación de este artículo, algunos lectores me acusaron de ser un grinch que no disfruta la navidad. Sea cierto o no el que yo sea un grinch (ya, ya, lo soy, es verdad), no es menos cierto que todo lo descrito es completamente cierto, e impide disfrutar la navidad: esta festividad es absorbida por la vorágine de fin de año, y las actividades y obligaciones que conllevan su preparación se suman a una larga lista de tareas que colman el mes. Otro gallo cantaría si la navidad se celebrara en, digamos, junio.
Marzo es innegablemente doloroso... pero lo es principalmente para el bolsillo. En realidad, el peor mes para los chilenos es diciembre. ¿Por qué? Hay muchos motivos:
- También implica fuertes gastos, debidos principalmente a los regalos de navidad que se deben comprar (y en algunos casos, los de fin de año).
- Termina el colegio de los niños, lo que involucra actividades extra que requieren la presencia de los adultos, reduciendo su tiempo de trabajo.
- En la pega, los proyectos del año deben ser completados durante este mes, lo que aumenta la carga de trabajo y el stress. El comercio la lleva peor, pues en este mes se trabaja frenéticamente y sin descanso alguno.
- Además, hay que participar en actividades de fin de año en la pega (y tal vez ayudar a prepararlas), y también en aquellas entidades sociales de las que uno sea parte.
- Los pocos ratos libres que quedan deben ser utilizados en la compra de todos esos regalos de navidad... tal como hacen todos los demás.Visitar una tienda en estas fechas es en extremo desagradable.
- Para colmo, parte de lo anterior debe hacerse en secreto, pues algunos regalos (especialmente los de los niños) deben mantenerse ocultos.
- En marzo, parte del problema es el stress del "aterrizaje" tras las vacaciones (tomadas típicamente en febrero). En diciembre, en cambio, se debe lidiar con el stress acumulado desde marzo en adelante.
- Como si lo anterior fuera poco, en la última semana de noviembre se inicia la temporada calurosa propiamente tal: a mediados de septiembre comienza un gradual incremento de las temperaturas máximas, aunque las mínimas se mantienen abajo (i.e.: días calurosos, noches frescas) y hay días fríos de cuando en cuando. En la última semana de noviembre, se acaban los días fríos y las temperaturas mínimas aumentan, comenzando con esto el largo período de calor diurno y nocturno. A medida que avanza el mes de diciembre, aumenta el cansancio en la gente por el simple motivo de que no puede dormir bien, y con ello el stress aumenta. Por el contrario, en marzo las temperaturas empiezan a descender, lo que es recibido con alivio por mucha gente.
- Durante todo este período, el comercio bombardea propaganda a un nivel que linda en lo absurdo. Ni viviendo bajo una piedra puede uno dejar de saber que se acerca la navidad y que hay que comprar, comprar, ¡comprar!
- Se debe preparar la fiesta de navidad... y hacer las compras respectivas. No, a diferencia de (parte de) los regalos, estas compras no se pueden adelantar, por lo que obligatoriamente hay que ir al supermercado el 22, 23 ó 24 de diciembre.
- Pobres aquellos que compran los regalos de navidad el 23 ó 24 de diciembre; para empeorar incluso más su situación, típicamente no tienen una idea muy clara de qué regalar (y por ello retrasaron tanto esas compras).
- El día 24, la gente sale temprano de la pega (a menos, claro, que trabaje en el comercio) y se va a la casa a preparar la cena de navidad. Entre medio hay que ir a misa de noche y volver para recién entonces comer. Los niños, excitados porque llega «el viejito», no se duermen antes de medianoche ni aunque uno les pague. Hay que esperar a que por fin se duerman para poder poner todos los regalos en su lugar e irse a la cama... lo que típicamente ocurre a eso de las 2:00. Y a dormir lo que se pueda, porque te contarás afortunado si no te despiertan los gritos de alegría de los niños antes de las 7:00...
- Cuando por fin llega la navidad, la mañana es dedicada a los niños... y en la tarde hay que irse de gira a ver a los parientes mayores. ¿Y qué es lo que quiere el adulto normal? DORMIR.
Una vez que ha pasado la navidad, lo peor ya está atrás - la última semana de diciembre es notoriamente más relajada, pero aún queda preparar la fiesta de año nuevo y, en la pega, terminar los proyectos pendientes y esperar las evaluaciones por desempeño en la pega (un proceso de suyo desagradable, ya sea que se haga de manera seria o -como en ciertos lugares que conozco- se trate de un fraude descarado en que se perjudica a los trabajadores).
El mes se cierra con la fiesta de año nuevo, que da la bienvenida al nuevo año y al mes de enero en particular... que es mucho más tranquilo.
Tal vez cuando alguien se vea muy agobiado, debería decírse que «su calendario interno dice que es diciembre» o algo por el estilo.
ADENDA DECEMBRINA:
Tras la publicación de este artículo, algunos lectores me acusaron de ser un grinch que no disfruta la navidad. Sea cierto o no el que yo sea un grinch (ya, ya, lo soy, es verdad), no es menos cierto que todo lo descrito es completamente cierto, e impide disfrutar la navidad: esta festividad es absorbida por la vorágine de fin de año, y las actividades y obligaciones que conllevan su preparación se suman a una larga lista de tareas que colman el mes. Otro gallo cantaría si la navidad se celebrara en, digamos, junio.
20 de noviembre de 2013
¿Cuánta abstención habrá en una elección en medio de un feriado largo? Lo sabremos en 2016.
Tras el reemplazo del voto obligatorio por el voto voluntario en las elecciones y plebiscitos en Chile, la clase política ha quedado altamente preocupada por el alto nivel de abstención que se ha producido (y que muchos entendidos habían predicho); en particular, las elecciones municipales de octubre de 2012 tuvieron una abstención de alrededor de 60%, mientras que en las presidenciales (primera vuelta), parlamentarias y regionales de noviembre de 2013 ésta fue de aproximadamente 50% (aún está por verse qué ocurrirá en la segunda vuelta de la elección presidencial, el 15 de diciembre de 2013).
Hay discusiones en progreso acerca de este problema - algunos proponen volver al voto obligatorio, mientras otros quieren mantener el voto voluntario, aunque estableciendo alguna clase de incentivos para que la gente vaya a votar.
¿Qué clase de incentivos pueden haber? Personalmente, no creo que haya ninguno que valga la pena, a excepción de impregnar a la población en general el sentido de «deber cívico» que constituye votar en los días de elecciones.
Por otro lado, hay factores que desincentivan el voto, y esos deben ser eliminados o mitigados tanto como sea posible, de modo que ir a votar no afecte negativamente al elector; por ejemplo, hasta la elección presidencial de 2009, la primera vuelta se efectuaba en diciembre y la segunda, de ser necesaria, en enero, durante el período de vacaciones de mucha gente. Este desincentivo fue resuelto trasladando la elección presidencial a noviembre (y la segunda vuelta a diciembre).
Por otro lado... de acuerdo con lo establecido por la ley 19.689, las próximas elecciones municipales deberán efectuarse el domingo 30 de octubre de 2016, en medio de un "fin de semana largo" de cuatro días, pues el lunes 31 de octubre y el martes 1 de noviembre serán feriados.
¿Cuánta abstención se producirá en semejantes condiciones?
La idea de suspender esos dos feriados es impensable - tal vez sea mejor cambiar la fecha de las elecciones municipales, adelantándolas al domingo 23 de octubre o retrasándolas al domingo 6 de noviembre. Ahora bien, como ambas opciones requieren una modificación a la ley, este trámite tomará tiempo, y es vital preocuparse de esto ya, para no estar tramitando proyectos "parche" a último minuto (como ya ocurrió con, por ejemplo, la tramitación de las leyes 20.409 [irrenunciabilidad especial para los días de elecciones 2009 y 2010], 20.450 y 20.465 [feriado bicentenario] y 20.678 [elecciones regionales - originalmente se pretendía que se efectuaran conjuntamente con las municipales, pero el retraso en el trámite de la ley lo impidió]).
No basta con una ley que diga algo como «por el año 2016, las elecciones municipales se efectuarán el 23 de octubre», pues este conflicto de fechas no es excepcional (se repetirá en 2028, 2032, 2044, 2056, 2060, etcétera): el problema debe ser resuelto de manera permanente.
El Congreso está actualmente ocupado con la ley de presupuestos... pero tenemos todo el 2014 y 2015 para atender apropiadamente este asunto. ¿Qué congresista se pondrá las pilas con esto?
Hay discusiones en progreso acerca de este problema - algunos proponen volver al voto obligatorio, mientras otros quieren mantener el voto voluntario, aunque estableciendo alguna clase de incentivos para que la gente vaya a votar.
¿Qué clase de incentivos pueden haber? Personalmente, no creo que haya ninguno que valga la pena, a excepción de impregnar a la población en general el sentido de «deber cívico» que constituye votar en los días de elecciones.
Por otro lado, hay factores que desincentivan el voto, y esos deben ser eliminados o mitigados tanto como sea posible, de modo que ir a votar no afecte negativamente al elector; por ejemplo, hasta la elección presidencial de 2009, la primera vuelta se efectuaba en diciembre y la segunda, de ser necesaria, en enero, durante el período de vacaciones de mucha gente. Este desincentivo fue resuelto trasladando la elección presidencial a noviembre (y la segunda vuelta a diciembre).
Por otro lado... de acuerdo con lo establecido por la ley 19.689, las próximas elecciones municipales deberán efectuarse el domingo 30 de octubre de 2016, en medio de un "fin de semana largo" de cuatro días, pues el lunes 31 de octubre y el martes 1 de noviembre serán feriados.
¿Cuánta abstención se producirá en semejantes condiciones?
La idea de suspender esos dos feriados es impensable - tal vez sea mejor cambiar la fecha de las elecciones municipales, adelantándolas al domingo 23 de octubre o retrasándolas al domingo 6 de noviembre. Ahora bien, como ambas opciones requieren una modificación a la ley, este trámite tomará tiempo, y es vital preocuparse de esto ya, para no estar tramitando proyectos "parche" a último minuto (como ya ocurrió con, por ejemplo, la tramitación de las leyes 20.409 [irrenunciabilidad especial para los días de elecciones 2009 y 2010], 20.450 y 20.465 [feriado bicentenario] y 20.678 [elecciones regionales - originalmente se pretendía que se efectuaran conjuntamente con las municipales, pero el retraso en el trámite de la ley lo impidió]).
No basta con una ley que diga algo como «por el año 2016, las elecciones municipales se efectuarán el 23 de octubre», pues este conflicto de fechas no es excepcional (se repetirá en 2028, 2032, 2044, 2056, 2060, etcétera): el problema debe ser resuelto de manera permanente.
El Congreso está actualmente ocupado con la ley de presupuestos... pero tenemos todo el 2014 y 2015 para atender apropiadamente este asunto. ¿Qué congresista se pondrá las pilas con esto?
3 de noviembre de 2013
Mi repudio al "Partido Pirata" por copiar mis artículos sin autorización.
He descubierto que el Partido Pirata ha publicado, sin mi autorización, una copia de mi artículo El Estado ha ASESINADO la donación de órganos. en su propio sitio web, acto que repudio con firmeza.
El 12 de octubre de 2013, un tal David Ormeño (a quien no conozco) publicó en el sitio web del Partido Pirata el artículo El Estado ha ASESINADO la donación de órganos. (nótese que el título es idéntico), que contiene tres frases breves de Ormeño, y luego reproduce íntegramente mi artículo, agregando al final la coda de mi segunda pieza sobre el tema, Más pensamientos sobre la "donación" forzada de órganos en Chile..
El texto del artículo de Ormeño incluye un link a mi artículo original con la leyenda "por Miguel Farah", pero esto no excusa el hecho de que haya reproducido el contenido de mis artículos, sin pedir permiso y sin siquiera avisarme. Considero que es un acto bajo y que es calificable como robo de propiedad intelectual (no olvidemos que mi blog dice claramente «Todos los derechos reservados por Miguel Farah.» en el pie de página).
Peor que eso, al republicar mi artículo de esta manera, puede quedar la impresión de que apoyo al Partido Pirata o que simpatizo con él, cosa que no es cierta (y, después de este numerito, menos lo va a ser).
En definitiva, envío desde aquí mi completo repudio a este reprensible acto del Partido Pirata. Es de esperar que no vuelva a ocurrir.
Nota: por precaución, he guardado un respaldo del artículo de Ormeño, tal como aparece en este momento en el sitio web del Partido Pirata, para cubrirme ante la eventualidad de que sufra "alteraciones" posteriores a la publicación de esta denuncia.
El 12 de octubre de 2013, un tal David Ormeño (a quien no conozco) publicó en el sitio web del Partido Pirata el artículo El Estado ha ASESINADO la donación de órganos. (nótese que el título es idéntico), que contiene tres frases breves de Ormeño, y luego reproduce íntegramente mi artículo, agregando al final la coda de mi segunda pieza sobre el tema, Más pensamientos sobre la "donación" forzada de órganos en Chile..
El texto del artículo de Ormeño incluye un link a mi artículo original con la leyenda "por Miguel Farah", pero esto no excusa el hecho de que haya reproducido el contenido de mis artículos, sin pedir permiso y sin siquiera avisarme. Considero que es un acto bajo y que es calificable como robo de propiedad intelectual (no olvidemos que mi blog dice claramente «Todos los derechos reservados por Miguel Farah.» en el pie de página).
Peor que eso, al republicar mi artículo de esta manera, puede quedar la impresión de que apoyo al Partido Pirata o que simpatizo con él, cosa que no es cierta (y, después de este numerito, menos lo va a ser).
En definitiva, envío desde aquí mi completo repudio a este reprensible acto del Partido Pirata. Es de esperar que no vuelva a ocurrir.
Nota: por precaución, he guardado un respaldo del artículo de Ormeño, tal como aparece en este momento en el sitio web del Partido Pirata, para cubrirme ante la eventualidad de que sufra "alteraciones" posteriores a la publicación de esta denuncia.
29 de octubre de 2013
Cómo sortear la exigencia de "20% de música chilena" en las radios.
Actualmente se tramita en el Congreso nacional el proyecto de ley 7828-04, que pretende establecer una cuota de "música chilena" en las transmisiones de cada radio - al menos el 20% del tiempo deberá estar dedicado a este efecto.
El artículo 15 de la ley 19.928 actualmente vigente dice:
Artículo 15.- El Consejo de Fomento de la Música Nacional podrá celebrar convenios con entidades de radiodifusión, televisión u otras, con el objetivo de que incluyan en su programación, en el territorio nacional, determinados porcentajes de música nacional.
[...]
El proyecto de ley en cuestión busca reemplazar dicho artículo por uno nuevo, cuyas frases clave son:
Artículo 15.- El Consejo de Fomento de la Música Nacional deberá mantener dentro de sus políticas de fomento, un sistema de estímulos para la difusión de la música nacional en los medios de radiodifusión sonora de libre recepción, con el objetivo de que dichas entidades incluyan en su programación en el territorio nacional, determinados porcentajes de música nacional.
Para este efecto destinará recursos que se adjudicarán mediante concursos de amplia convocatoria, a los cuales podrán postular las entidades de radiodifusión que incluyan en su programación obras musicales.
Para la evaluación de los proyectos el Consejo deberá considerar, al menos, los siguientes aspectos:
[...]
b) El porcentaje de música nacional comprometido no podrá ser inferior al 20% de los temas u obras musicales ejecutados entre las 8 y 22 horas;
El lector atento habrá notado que se habla de un "sistema de estímulos", pero esto es fácilmente transformable en "una oferta que no puede ser rehusada" y luego derechamente en una imposición. Ciertamente estaría a tono con lo que buscaron proyectos de ley anteriores (como el proyecto 3684-04 [archivado], que buscaba obligar a las radios a transmitir música folclórica al inicio y al final de las transmisiones de cada día, y el proyecto 5491-24 [aún en trámite], que busca imponer que el 20% de las transmisiones correspondan a música nacional, cuota que debe cumplirse a lo largo de todo el día). Para efectos prácticos, este "sistema de estímulos" no es más que una obligación disfrazada.
Aunque parezca de perogrullo, hay que hacer notar que esta es una pésima idea:
Independientemente de ser inconveniente por los motivos ya descritos, existen serias dudas sobre la constitucionalidad de este proyecto de ley. Quien escribe considera que es inconstitucional, pero... hacer valer esto puede terminar siendo imposible; en los últimos años, el comportamiento del Congreso Nacional ha sido notoriamente deficiente en este sentido (ejemplos abundan, como los múltiples proyectos de ley aprobados o aún en trámite que buscan declarar días nacionales o deportes nacionales o "capitales de la cueca", o como el proyecto de ley 2689-06, que buscaba trasladar la fecha de las elecciones parlamentarias de 2001 sin un buen motivo; fue tramitado completamente y aprobado por el Congreso y a la hora de promulgarlo, el Tribunal Constitucional lo rechazó por ser inconstitucional). El Tribunal Constitucional también tiene problemas: ha evitado pronunciarse sobre dudas de constitucionalidad de fondo (no de forma, como en los ejemplos anteriores) cada vez que ha podido, y a veces ha emitido fallos absurdamente vagos que no ayudan en nada.
¿Qué podrá hacerse si este proyecto, como está ahora, o con disposiciones más duras, llega a convertirse en ley? Tal vez no quede más remedio que recurrir a resquicios legales.
Afortunadamente, la ley, al establecer normas generales y dejar otras para un reglamento, resulta ser vaga en varios aspectos, incluyendo la definición misma de "música chilena"; basta que una obra cualquiera sea hecha por un compositor chileno para que califique como tal, aun cuando se trate de, por ejemplo, una danza húngara interpretada con un txistu y un nyckelharpa. Además, la cuota se refiere exclusivamente al conjunto de toda la «música nacional», sin subdividir en géneros o intérpretes o establecer un máximo de cada uno (lo que tiene sentido, pues es práctica estándar en la radiodifusión el repetir con alta frecuencia los temas "de moda").
Entonces... si podemos cubrir la cuota de "música chilena" con cualquier composición musical y no hay nada que nos impida repetirla cuantas veces queramos entre las 8:00 y las 22:00... podemos tocar la misma canción una y otra vez hasta cumplir la cuota impuesta por la ley, ¿no? Esto traerá otro problema: ¡ni el más paciente de los auditores aguantaría esto! A menos que...
Como bien sabe toda persona con un mínimo de educación musical, el silencio es un componente fundamental de cualquier composición, tanto como las notas que se escuchan.
Dicho todo esto, podemos presentar la solución a nuestro particular problema:
El compositor chileno conocido como Kamehameha von Chandrasekhar está a punto de lanzar su opera prima 838'38'' - se trata de una composición independiente, inspirada en la vida y obra de John Cage, y que, en palabras del autor, debe ser apreciada escuchándola conjuntamente con otros temas, por lo que las radios deberían transmitir su programación normal al mismo tiempo que esta composición. El tocar este tema una vez al día, entre las 8:00 y las 22:00, permitirá cumplir con creces la cuota impuesta: el porcentaje de música chilena transmitida con esta sola canción ascenderá al 49,919% del total; cada día, el locutor podrá tomar un minuto y veintidós segundos para presentar y describir la obra (y mencionar que se transmite para cumplir con holgura con la cuota de música chilena impuesta por ley) y entonces dejar el tema andando.
Mejor todavía, el compositor ha declarado su intención de autorizar el uso de 838'38'' en forma libre, sin que se deban pagar royalties por ello, y por lo tanto la SCD no tendrá pito que tocar ni podrá pasar a cobrar nada en nombre del compositor (que ha declarado repetidamente su repudio a esta organización, que considera lesiva a los intereses de los verdaderos artistas).
Si el día de mañana, la ley cambiare, y forzare una cuota de 20% de música nacional durante todo el día, las radios podrán recurrir a la próxima obra que planea Kamehameha: 1438'38''.
¡Problema resuelto!
El artículo 15 de la ley 19.928 actualmente vigente dice:
Artículo 15.- El Consejo de Fomento de la Música Nacional podrá celebrar convenios con entidades de radiodifusión, televisión u otras, con el objetivo de que incluyan en su programación, en el territorio nacional, determinados porcentajes de música nacional.
[...]
El proyecto de ley en cuestión busca reemplazar dicho artículo por uno nuevo, cuyas frases clave son:
Artículo 15.- El Consejo de Fomento de la Música Nacional deberá mantener dentro de sus políticas de fomento, un sistema de estímulos para la difusión de la música nacional en los medios de radiodifusión sonora de libre recepción, con el objetivo de que dichas entidades incluyan en su programación en el territorio nacional, determinados porcentajes de música nacional.
Para este efecto destinará recursos que se adjudicarán mediante concursos de amplia convocatoria, a los cuales podrán postular las entidades de radiodifusión que incluyan en su programación obras musicales.
Para la evaluación de los proyectos el Consejo deberá considerar, al menos, los siguientes aspectos:
[...]
b) El porcentaje de música nacional comprometido no podrá ser inferior al 20% de los temas u obras musicales ejecutados entre las 8 y 22 horas;
El lector atento habrá notado que se habla de un "sistema de estímulos", pero esto es fácilmente transformable en "una oferta que no puede ser rehusada" y luego derechamente en una imposición. Ciertamente estaría a tono con lo que buscaron proyectos de ley anteriores (como el proyecto 3684-04 [archivado], que buscaba obligar a las radios a transmitir música folclórica al inicio y al final de las transmisiones de cada día, y el proyecto 5491-24 [aún en trámite], que busca imponer que el 20% de las transmisiones correspondan a música nacional, cuota que debe cumplirse a lo largo de todo el día). Para efectos prácticos, este "sistema de estímulos" no es más que una obligación disfrazada.
Aunque parezca de perogrullo, hay que hacer notar que esta es una pésima idea:
- Se micromaneja indebidamente la línea editorial de cada radio, forzando cambios a cada una de ellas, que deberán cubrir la cuota requerida con música potencialmente inapropiada - por ejemplo, la Radio Beethoven, la única que aún transmite música selecta, debería transmitir "música selecta chilena" (que no existe); una radio especializada en rock clásico deberá recurrir a "rock clásico chileno" (hay, pero forma un corpus bastante pequeño, lo que obligaría a una repetición excesiva que cansaría a la audiencia, dañando con esto a la radio); una radio popera deberá incluir mayor cantidad de pop chileno (que de haberlo, haylo y en suficiente cantidad), pero se verá enfrentada al problema descrito en el siguiente punto.
- Al garantizar una cuota de música a compositores locales, inevitablemente esto será aprovechado por gente de poco talento, en detrimento de compositores extranjeros innegablemente mejores. ¿Debemos discriminar a, digamos, Béla Bartók en favor de Alberto Plaza? ¿Sacar a Robert Fripp de la parrilla para poner a Mauricio Redolés? ¿O reemplazar la voz de Plácido Domingo por los desafinados berrinches de Jorge González? Volviendo a la radio popera del punto anterior, ésta se vería obligada a programar canciones de inferior calidad sólo por ser de compositores chilenos.
- Como era de esperar, muchos músicos locales defienden la imposición de esta cuota e incluso proponen aumentarla... pero a la larga los perjudicará, al permitirles "dejarse estar" sin que tengan reales incentivos para hacer algo de calidad o comercialmente atractivo (o, digámoslo, ambas cosas a la vez). No olvidemos que Chile, como país pequeño (en términos poblacionales), tiene una producción musical... pequeña, y no hay mucho que hacer al respecto (y, para el caso, estamos muy, muy lejos de los únicos tres países del mundo que son exportadores netos de música [Estados Unidos, Reino Unido y Suecia]).
Independientemente de ser inconveniente por los motivos ya descritos, existen serias dudas sobre la constitucionalidad de este proyecto de ley. Quien escribe considera que es inconstitucional, pero... hacer valer esto puede terminar siendo imposible; en los últimos años, el comportamiento del Congreso Nacional ha sido notoriamente deficiente en este sentido (ejemplos abundan, como los múltiples proyectos de ley aprobados o aún en trámite que buscan declarar días nacionales o deportes nacionales o "capitales de la cueca", o como el proyecto de ley 2689-06, que buscaba trasladar la fecha de las elecciones parlamentarias de 2001 sin un buen motivo; fue tramitado completamente y aprobado por el Congreso y a la hora de promulgarlo, el Tribunal Constitucional lo rechazó por ser inconstitucional). El Tribunal Constitucional también tiene problemas: ha evitado pronunciarse sobre dudas de constitucionalidad de fondo (no de forma, como en los ejemplos anteriores) cada vez que ha podido, y a veces ha emitido fallos absurdamente vagos que no ayudan en nada.
¿Qué podrá hacerse si este proyecto, como está ahora, o con disposiciones más duras, llega a convertirse en ley? Tal vez no quede más remedio que recurrir a resquicios legales.
Afortunadamente, la ley, al establecer normas generales y dejar otras para un reglamento, resulta ser vaga en varios aspectos, incluyendo la definición misma de "música chilena"; basta que una obra cualquiera sea hecha por un compositor chileno para que califique como tal, aun cuando se trate de, por ejemplo, una danza húngara interpretada con un txistu y un nyckelharpa. Además, la cuota se refiere exclusivamente al conjunto de toda la «música nacional», sin subdividir en géneros o intérpretes o establecer un máximo de cada uno (lo que tiene sentido, pues es práctica estándar en la radiodifusión el repetir con alta frecuencia los temas "de moda").
Entonces... si podemos cubrir la cuota de "música chilena" con cualquier composición musical y no hay nada que nos impida repetirla cuantas veces queramos entre las 8:00 y las 22:00... podemos tocar la misma canción una y otra vez hasta cumplir la cuota impuesta por la ley, ¿no? Esto traerá otro problema: ¡ni el más paciente de los auditores aguantaría esto! A menos que...
Como bien sabe toda persona con un mínimo de educación musical, el silencio es un componente fundamental de cualquier composición, tanto como las notas que se escuchan.
Dicho todo esto, podemos presentar la solución a nuestro particular problema:
El compositor chileno conocido como Kamehameha von Chandrasekhar está a punto de lanzar su opera prima 838'38'' - se trata de una composición independiente, inspirada en la vida y obra de John Cage, y que, en palabras del autor, debe ser apreciada escuchándola conjuntamente con otros temas, por lo que las radios deberían transmitir su programación normal al mismo tiempo que esta composición. El tocar este tema una vez al día, entre las 8:00 y las 22:00, permitirá cumplir con creces la cuota impuesta: el porcentaje de música chilena transmitida con esta sola canción ascenderá al 49,919% del total; cada día, el locutor podrá tomar un minuto y veintidós segundos para presentar y describir la obra (y mencionar que se transmite para cumplir con holgura con la cuota de música chilena impuesta por ley) y entonces dejar el tema andando.
Mejor todavía, el compositor ha declarado su intención de autorizar el uso de 838'38'' en forma libre, sin que se deban pagar royalties por ello, y por lo tanto la SCD no tendrá pito que tocar ni podrá pasar a cobrar nada en nombre del compositor (que ha declarado repetidamente su repudio a esta organización, que considera lesiva a los intereses de los verdaderos artistas).
Si el día de mañana, la ley cambiare, y forzare una cuota de 20% de música nacional durante todo el día, las radios podrán recurrir a la próxima obra que planea Kamehameha: 1438'38''.
¡Problema resuelto!
8 de octubre de 2013
Más pensamientos sobre la "donación" forzada de órganos en Chile.
Ha pasado una semana desde la publicación de mi artículo El Estado ha ASESINADO la donación de órganos., y he preparado respuestas a los comentarios opuestos con que fue recibido. En particular:
«Haces un tremendo escándalo por esto. Total, una vez muerto, ¿qué te importa lo que ocurra con tus órganos?»
El escándalo aquí no es el acto de donación propiamente tal que hace cada individuo (por el contrario, es loable, y fue lo que partí diciendo en mi artículo original). El verdadero problema es que el Estado clama la propiedad de algo que no le pertenece ni le puede pertenecer, instituyendo un mecanismo que llama "donación" pero que realmente no lo es. ÉSE es el problema.
Nota: en rigor, el Estado no instituye un mecanismo nuevo, sino que corrompe el previamente existente, que sí era de donación.
Recordemos lo que dice la constitución: el Estado está al servicio de la persona humana - no al revés. Al aceptar que el Estado se apropie de parte de nuestros cuerpos, estamos poniéndonos a su servicio, y eso es inaceptable. Sí, hoy el Estado pretende usar nuestros órganos para dárselos a otras personas humanas... pero eso mañana podría cambiar: hay personas jurídicas que tienen razones perfectamente legítimas para pedir órganos y cadáveres completos de ser posible (las escuelas de medicina de distintas universidades, por ejemplo). Una vez dado ese paso, otras personas jurídicas podrían buscar lo mismo, con fines que podrían ir desde lo loable (investigación médica) hasta lo indecible (tráfico de órganos, canibalismo disfrazado de "ritual religioso", cebado de animales fieros, preparación de soylent verde, etcétera).
El mecanismo actual sienta un precedente peligroso en la erosión de un principio, que por ser abstracto tiende a ser olvidado. Hay que insistir en este punto: el Estado está al servicio de la persona humana y no al revés.
Hay un riesgo más: hasta ahora hemos hablado de la donación de órganos tras la muerte... pero el servicio de la persona al Estado podría extenderse a la donación de órganos en vida. Hoy en día la donación de sangre es estrictamente voluntaria, pero ¿qué pasa si se establece en el futuro que cada individuo debe cubrir una cuota predeterminada (“o de lo contrario no habrá sangre para ti si la necesitares”)? ¿Y si, asentado eso, se establece una suerte de "lotería de donación de riñones" (“No reclames, que tienes dos. Si cuando viejo tuvieres problemas, se te entregará uno, procedente de otro ganador de la lotería.”)? Las posibilidades son horribles.
«Te estás dando vueltas en un problema que no existe. Yo ya había decidido donar mis órganos antes de la nueva ley.»
¿Decidiste libremente donar tus órganos? ¡Excelente! Ahora, dale la oportunidad a quienes aún no han tomado la decisión de que lo hagan libremente, sin que esta nueva ley influya indebidamente en su proceso mental.
«No reclames tanto por el costo del trámite. La Corte Suprema reemplazó la escritura pública, que cuesta $8.400, por una declaración simple, que cuesta entre $500 y $1.000.»
Un día después de publicado mi artículo original, la Corte Suprema tomó esa medida, que sirvió para disminuir la polémica. Sin embargo, el punto se mantiene, pues cualquier costo mayor que $0 es inapropiado... y eso sin contar el tiempo que toma hacer el trámite (que, recordemos, antes se hacía mediante una pregunta extra y nada más cuando uno renovaba el carné de identidad, y ahora requiere ir a la notaría para este solo asunto).
Y no, que no se descuente ese factor diciendo que "toma sólo un par de minutos hacer la declaración". Hay que incluir el tiempo de viaje, el tiempo de espera haciendo cola, etcétera.
«Cómo cambia la postura de los hombres cuando es SU cuerpo al que meten mano.»
Este comentario (de una proabortista - perdón, de una "proelección") hace una comparación completamente inválida, pues se trata de asuntos muy distintos:
El embarazo en la mujer es parte natural del ciclo de vida de la especie humana; el transplante de órganos es, en cambio, una actividad artificial (cuyo propósito es, por supuesto, salvarle la vida a alguien). En condiciones normales, una nueva vida es engendrada dentro del cuerpo humano, mediante un mecanismo para el que el cuerpo de la mujer está preparado, mientras que el transplante requiere una operación quirúrgica para el que nadie lo está. El no nacido no tiene ni puede tener opinión alguna sobre haber sido concebido y dentro de qué útero - el donante tiene (o debería tener) la opción de decidir si quiere, efectivamente, ser donante o no... y (en términos generales) el que recibe el órgano también tuvo, en su momento, la opción de rehusarse a ser receptor.
Una mejor comparación sería ésta: como recordarán, hace unos años el Reino Unido decidió destruir todos los embriones "no clamados" por aquellas parejas que los habían concebido mediante inseminación artificial y luego almacenado a la espera de ser implantados, cosa que no ocurrió. ¿Qué habría ocurrido si el Estado hubiese decidido que en vez de matarlos, los implantaría en los cuerpos de mujeres jóvenes que no se hayan negado a ser nodrizas, para que llevaran el embarazo y nacieran? “Total, estamos ocupando tu cuerpo por unos meses y luego lo tendrás de vuelta.”
Ciertamente nadie en su sano juicio aceptaría tal medida.
«El sistema actual le da la última palabra a la familia, que puede negar la donación.»
El sistema antiguo daba la última palabra a la familia. El actual lo hace sólo si hay dudas fundadas. Veamos lo que dice la ley 20.673 al respecto:
En caso de existir duda fundada respecto de la calidad de donante, se deberá consultar en forma previa sobre la extracción de uno o más órganos del fallecido, por orden de prelación, a las siguientes personas:
a) El cónyuge que vivía con el fallecido o la persona que convivía con él en relación de tipo conyugal.
b) Cualquiera de los hijos mayores de 18 años.
c) Cualquiera de los padres.
d) El representante legal, el tutor o el curador.
e) Cualquiera de los hermanos mayores de 18 años.
f) Cualquiera de los nietos mayores de 18 años.
g) Cualquiera de los abuelos.
h) Cualquier pariente consanguíneo hasta el cuarto grado inclusive.
i) Cualquier pariente por afinidad hasta el segundo grado inclusive.
Se entenderá por duda fundada el hecho de presentar ante el médico encargado del procedimiento documentos contradictorios o la existencia de declaraciones diferentes de las personas enunciadas en el inciso anterior.
El sistema antiguo obligaba a los médicos a consultar a la familia si el fallecido era donante o no. El actual pone el peso del trámite en los familiares, que deben proactivamente presentar documentación o por lo menos efectuar declaraciones al respecto si quieren impedir que se extraigan los órganos del pariente - y esto durante el tiempo en que el paciente está agonizando o acaba de morir. ¿Y qué pasa si los familiares no llegan a tiempo? Nótese que la ley no da opción a que un amigo cercano, a falta de pariente, dé la declaración.
Y ojo, que esto es en caso de existir dudas fundadas (por parte de, presumiblemente, los médicos). Esto crea un incentivo perverso, pues los médicos pueden simplemente presumir que el paciente/fallecido ES donante porque la ley lo dijo y ya, sin tener que molestarse en "dudar". Sí, seguramente será parte del protocolo hacer la consulta a los sistemas en línea del Registro Civil, que dirán algo como "El RUN ingresado {está|no está} inscrito en el Registro de No Donantes.", sin que la respuesta contemple una opción para «preferencia desconocida».
Para el caso, la consulta al Registro Civil tampoco tiene una opción para la respuesta «no apto médicamente para donación» (recordemos el dilema moral, descrito en el artículo anterior, de aquella persona que tuvo hepatitis).
«Tus críticas son infundadas. Los médicos nunca han discriminado a alguien por no ser donante.»
Me parece excelente que los médicos no quieran a discriminar a nadie. El problema está en la ley 20.673, que dice explícitamente:
En el caso de que varias personas se encuentren en igualdad de condiciones para la recepción de un órgano, el hecho de no estar inscrito en el Registro de No Donantes deberá tomarse en cuenta para priorizarlo respecto del que sí lo está.
Aquellos médicos que se rehúsen a discriminar a alguien por estar inscrito como no donante... quebrantarán la ley. Bonito, ¿no?
«Antes se presumía que eras no donante y ahora se presume que eres donante. El mecanismo nuevo es distinto, no mejor ni peor.»
La donación no es una condición o cualidad: es una acción; quien dona, toma la decisión de hacerlo (por definición, de manera libre y voluntaria).
El mecanismo descrito en la ley 20.673 cae en el vicio de presumir una decisión por parte de alguien. Guardando las proporciones, es como si durante una fiesta se hiciera una colecta para ir a comprar alcohol a la botillería y el recolector presumiese que todos pondrán cierta cantidad de dinero; perfectamente puede haber alguien que no quiera hacerlo, por motivos perfectamente legítimos (ya trajo bastante alcohol, carne u otros insumos él mismo, o es el dueño de casa, o es abstemio, etcétera) y por los cuales no debe ser discriminado (ni amenazado con la frase “Si alguna vez tienes sed, nadie te dará ni un trago.”).
De la misma manera, cuando alguien recurre a la conocida frase “Has sido designado voluntario para ...”, sólo lo hace de manera jocosa. Por el contrario, el Estado está diciendo, mediante la ley 20.673, “He decidido que tú eres donante de órganos”.
«Este mecanismo es necesario porque las campañas de educación no han funcionado.»
¿Por qué no han funcionado? En España tuvieron un éxito enorme. Tratemos de entender qué ha fallado en esas campañas en Chile y volvamos a intentarlo.
«Gente como tú impide que haya una cultura de donación de órganos más generosa y solidaria.»
Partí diciendo que la donación de órganos es un acto loable, ¿no?
Al contrario de la opinión citada, pienso que al exponer los horrendos vicios que tiene el sistema de (falsa) donación actualmente vigente, y hacer (modesto) activismo en su contra y en favor de un verdadero sistema de donación de órganos, estoy trabajando en favor de la "cultura de donación" mencionada.
¡Sí a la donación de órganos! ¡No a la expropiación de órganos!
«Encuentras mala la ley por los efectos que prevés, pero no implica que vayan a ocurrir.»
Sí, podría perfectamente pasar que los médicos se pongan de acuerdo en hacer las cosas como se debe y no hacer caso de la presunción de calidad de donante o de la discriminación al no donante... pero, ¿para qué aceptar una ley mal hecha en primer lugar? La versión anterior de la ley prohibía ciertos vicios que la actual permite (¡y manda!). ¿Por qué admitir semejante barbaridad?
Los mismos médicos dicen que es mejor prevenir una enfermedad que curarla. Nuestros legisladores no fueron capaces de prevenir este problema... ahora hay que arreglarlo.
«Jurídicamente son sujetos del derecho las personas, y la calidad de persona termina en la muerte.»
Cierto, pero la calidad de donante se adquiere en vida. Asimismo, la discriminación al no donante también se efectúa en vida.
Por otro lado, aún cuando un cadáver no tenga derechos per se, la ley en general los protege - de otra manera no se entiende que actividades como la necrofilia, la profanación de tumbas, etcétera, estén prohibidas.
Por supuesto, la apropiada discusión de este punto queda para abogados. :-)
Dicho todo lo anterior, queda un par de puntos que no toqué en mi artículo original.
1) La fe pública. El mantener la donación de órganos estrictamente voluntaria (y con confirmación de los parientes) es precisamente lo que mantiene a raya las suspicacias acerca de abusos del sistema. ¿Se imaginan una situación en que las autoridades dejaran morir o mandaran a matar "limpiamente" a alguien porque otra persona necesita sus órganos?
Recordemos el caso del exministro Pérez Yoma. No estoy diciendo que haya sido un caso de corrupción, en que "alguien con poder" manipulara la situación para conseguir el órgano que él mismo necesitaba... pero ciertamente sí dio esa impresión, y mucha gente pensó (¿correctamente? ¿incorrectamente?) que hubo mano negra. Ahora bien, la percepción pública fue, a lo más, que solamente hubo manipulación en los lugares de la lista de espera... pero, ¿qué pasaría si se levantaran suspicacias sobre la muerte del donante (pues se sabía o presumía que lo era)?
2) La discriminación a quienes estén en el «Registro Nacional de No Donantes» no está bien definida. Si me rehúso a ser donante ahora, quedo inscrito en el registro; si dentro de 20 años, descubro que necesito un, digamos, hígado nuevo, ¿puedo ir a la notaría a revocar mi rechazo, inscribirme como donante, salir del registro y entonces quedar en "igualdad de condiciones" frente a otros potenciales receptores? ¿Se contará o no como factor a la hora de discriminar el hecho de que estuve en el registro por dos décadas?
HE DICHO.
P.S.: hay quienes creen que en algunas décadas la medicina podrá regenerar los órganos de una persona a partir de muestras pequeñas de tejido de ella misma. Esto eliminaría (el grueso de) la necesidad de donar órganos y reduciría enormemente el actual problema.
«Haces un tremendo escándalo por esto. Total, una vez muerto, ¿qué te importa lo que ocurra con tus órganos?»
El escándalo aquí no es el acto de donación propiamente tal que hace cada individuo (por el contrario, es loable, y fue lo que partí diciendo en mi artículo original). El verdadero problema es que el Estado clama la propiedad de algo que no le pertenece ni le puede pertenecer, instituyendo un mecanismo que llama "donación" pero que realmente no lo es. ÉSE es el problema.
Nota: en rigor, el Estado no instituye un mecanismo nuevo, sino que corrompe el previamente existente, que sí era de donación.
Recordemos lo que dice la constitución: el Estado está al servicio de la persona humana - no al revés. Al aceptar que el Estado se apropie de parte de nuestros cuerpos, estamos poniéndonos a su servicio, y eso es inaceptable. Sí, hoy el Estado pretende usar nuestros órganos para dárselos a otras personas humanas... pero eso mañana podría cambiar: hay personas jurídicas que tienen razones perfectamente legítimas para pedir órganos y cadáveres completos de ser posible (las escuelas de medicina de distintas universidades, por ejemplo). Una vez dado ese paso, otras personas jurídicas podrían buscar lo mismo, con fines que podrían ir desde lo loable (investigación médica) hasta lo indecible (tráfico de órganos, canibalismo disfrazado de "ritual religioso", cebado de animales fieros, preparación de soylent verde, etcétera).
El mecanismo actual sienta un precedente peligroso en la erosión de un principio, que por ser abstracto tiende a ser olvidado. Hay que insistir en este punto: el Estado está al servicio de la persona humana y no al revés.
Hay un riesgo más: hasta ahora hemos hablado de la donación de órganos tras la muerte... pero el servicio de la persona al Estado podría extenderse a la donación de órganos en vida. Hoy en día la donación de sangre es estrictamente voluntaria, pero ¿qué pasa si se establece en el futuro que cada individuo debe cubrir una cuota predeterminada (“o de lo contrario no habrá sangre para ti si la necesitares”)? ¿Y si, asentado eso, se establece una suerte de "lotería de donación de riñones" (“No reclames, que tienes dos. Si cuando viejo tuvieres problemas, se te entregará uno, procedente de otro ganador de la lotería.”)? Las posibilidades son horribles.
«Te estás dando vueltas en un problema que no existe. Yo ya había decidido donar mis órganos antes de la nueva ley.»
¿Decidiste libremente donar tus órganos? ¡Excelente! Ahora, dale la oportunidad a quienes aún no han tomado la decisión de que lo hagan libremente, sin que esta nueva ley influya indebidamente en su proceso mental.
«No reclames tanto por el costo del trámite. La Corte Suprema reemplazó la escritura pública, que cuesta $8.400, por una declaración simple, que cuesta entre $500 y $1.000.»
Un día después de publicado mi artículo original, la Corte Suprema tomó esa medida, que sirvió para disminuir la polémica. Sin embargo, el punto se mantiene, pues cualquier costo mayor que $0 es inapropiado... y eso sin contar el tiempo que toma hacer el trámite (que, recordemos, antes se hacía mediante una pregunta extra y nada más cuando uno renovaba el carné de identidad, y ahora requiere ir a la notaría para este solo asunto).
Y no, que no se descuente ese factor diciendo que "toma sólo un par de minutos hacer la declaración". Hay que incluir el tiempo de viaje, el tiempo de espera haciendo cola, etcétera.
«Cómo cambia la postura de los hombres cuando es SU cuerpo al que meten mano.»
Este comentario (de una proabortista - perdón, de una "proelección") hace una comparación completamente inválida, pues se trata de asuntos muy distintos:
El embarazo en la mujer es parte natural del ciclo de vida de la especie humana; el transplante de órganos es, en cambio, una actividad artificial (cuyo propósito es, por supuesto, salvarle la vida a alguien). En condiciones normales, una nueva vida es engendrada dentro del cuerpo humano, mediante un mecanismo para el que el cuerpo de la mujer está preparado, mientras que el transplante requiere una operación quirúrgica para el que nadie lo está. El no nacido no tiene ni puede tener opinión alguna sobre haber sido concebido y dentro de qué útero - el donante tiene (o debería tener) la opción de decidir si quiere, efectivamente, ser donante o no... y (en términos generales) el que recibe el órgano también tuvo, en su momento, la opción de rehusarse a ser receptor.
Una mejor comparación sería ésta: como recordarán, hace unos años el Reino Unido decidió destruir todos los embriones "no clamados" por aquellas parejas que los habían concebido mediante inseminación artificial y luego almacenado a la espera de ser implantados, cosa que no ocurrió. ¿Qué habría ocurrido si el Estado hubiese decidido que en vez de matarlos, los implantaría en los cuerpos de mujeres jóvenes que no se hayan negado a ser nodrizas, para que llevaran el embarazo y nacieran? “Total, estamos ocupando tu cuerpo por unos meses y luego lo tendrás de vuelta.”
Ciertamente nadie en su sano juicio aceptaría tal medida.
«El sistema actual le da la última palabra a la familia, que puede negar la donación.»
El sistema antiguo daba la última palabra a la familia. El actual lo hace sólo si hay dudas fundadas. Veamos lo que dice la ley 20.673 al respecto:
En caso de existir duda fundada respecto de la calidad de donante, se deberá consultar en forma previa sobre la extracción de uno o más órganos del fallecido, por orden de prelación, a las siguientes personas:
a) El cónyuge que vivía con el fallecido o la persona que convivía con él en relación de tipo conyugal.
b) Cualquiera de los hijos mayores de 18 años.
c) Cualquiera de los padres.
d) El representante legal, el tutor o el curador.
e) Cualquiera de los hermanos mayores de 18 años.
f) Cualquiera de los nietos mayores de 18 años.
g) Cualquiera de los abuelos.
h) Cualquier pariente consanguíneo hasta el cuarto grado inclusive.
i) Cualquier pariente por afinidad hasta el segundo grado inclusive.
Se entenderá por duda fundada el hecho de presentar ante el médico encargado del procedimiento documentos contradictorios o la existencia de declaraciones diferentes de las personas enunciadas en el inciso anterior.
El sistema antiguo obligaba a los médicos a consultar a la familia si el fallecido era donante o no. El actual pone el peso del trámite en los familiares, que deben proactivamente presentar documentación o por lo menos efectuar declaraciones al respecto si quieren impedir que se extraigan los órganos del pariente - y esto durante el tiempo en que el paciente está agonizando o acaba de morir. ¿Y qué pasa si los familiares no llegan a tiempo? Nótese que la ley no da opción a que un amigo cercano, a falta de pariente, dé la declaración.
Y ojo, que esto es en caso de existir dudas fundadas (por parte de, presumiblemente, los médicos). Esto crea un incentivo perverso, pues los médicos pueden simplemente presumir que el paciente/fallecido ES donante porque la ley lo dijo y ya, sin tener que molestarse en "dudar". Sí, seguramente será parte del protocolo hacer la consulta a los sistemas en línea del Registro Civil, que dirán algo como "El RUN ingresado {está|no está} inscrito en el Registro de No Donantes.", sin que la respuesta contemple una opción para «preferencia desconocida».
Para el caso, la consulta al Registro Civil tampoco tiene una opción para la respuesta «no apto médicamente para donación» (recordemos el dilema moral, descrito en el artículo anterior, de aquella persona que tuvo hepatitis).
«Tus críticas son infundadas. Los médicos nunca han discriminado a alguien por no ser donante.»
Me parece excelente que los médicos no quieran a discriminar a nadie. El problema está en la ley 20.673, que dice explícitamente:
En el caso de que varias personas se encuentren en igualdad de condiciones para la recepción de un órgano, el hecho de no estar inscrito en el Registro de No Donantes deberá tomarse en cuenta para priorizarlo respecto del que sí lo está.
Aquellos médicos que se rehúsen a discriminar a alguien por estar inscrito como no donante... quebrantarán la ley. Bonito, ¿no?
«Antes se presumía que eras no donante y ahora se presume que eres donante. El mecanismo nuevo es distinto, no mejor ni peor.»
La donación no es una condición o cualidad: es una acción; quien dona, toma la decisión de hacerlo (por definición, de manera libre y voluntaria).
El mecanismo descrito en la ley 20.673 cae en el vicio de presumir una decisión por parte de alguien. Guardando las proporciones, es como si durante una fiesta se hiciera una colecta para ir a comprar alcohol a la botillería y el recolector presumiese que todos pondrán cierta cantidad de dinero; perfectamente puede haber alguien que no quiera hacerlo, por motivos perfectamente legítimos (ya trajo bastante alcohol, carne u otros insumos él mismo, o es el dueño de casa, o es abstemio, etcétera) y por los cuales no debe ser discriminado (ni amenazado con la frase “Si alguna vez tienes sed, nadie te dará ni un trago.”).
De la misma manera, cuando alguien recurre a la conocida frase “Has sido designado voluntario para ...”, sólo lo hace de manera jocosa. Por el contrario, el Estado está diciendo, mediante la ley 20.673, “He decidido que tú eres donante de órganos”.
«Este mecanismo es necesario porque las campañas de educación no han funcionado.»
¿Por qué no han funcionado? En España tuvieron un éxito enorme. Tratemos de entender qué ha fallado en esas campañas en Chile y volvamos a intentarlo.
«Gente como tú impide que haya una cultura de donación de órganos más generosa y solidaria.»
Partí diciendo que la donación de órganos es un acto loable, ¿no?
Al contrario de la opinión citada, pienso que al exponer los horrendos vicios que tiene el sistema de (falsa) donación actualmente vigente, y hacer (modesto) activismo en su contra y en favor de un verdadero sistema de donación de órganos, estoy trabajando en favor de la "cultura de donación" mencionada.
¡Sí a la donación de órganos! ¡No a la expropiación de órganos!
«Encuentras mala la ley por los efectos que prevés, pero no implica que vayan a ocurrir.»
Sí, podría perfectamente pasar que los médicos se pongan de acuerdo en hacer las cosas como se debe y no hacer caso de la presunción de calidad de donante o de la discriminación al no donante... pero, ¿para qué aceptar una ley mal hecha en primer lugar? La versión anterior de la ley prohibía ciertos vicios que la actual permite (¡y manda!). ¿Por qué admitir semejante barbaridad?
Los mismos médicos dicen que es mejor prevenir una enfermedad que curarla. Nuestros legisladores no fueron capaces de prevenir este problema... ahora hay que arreglarlo.
«Jurídicamente son sujetos del derecho las personas, y la calidad de persona termina en la muerte.»
Cierto, pero la calidad de donante se adquiere en vida. Asimismo, la discriminación al no donante también se efectúa en vida.
Por otro lado, aún cuando un cadáver no tenga derechos per se, la ley en general los protege - de otra manera no se entiende que actividades como la necrofilia, la profanación de tumbas, etcétera, estén prohibidas.
Por supuesto, la apropiada discusión de este punto queda para abogados. :-)
Dicho todo lo anterior, queda un par de puntos que no toqué en mi artículo original.
1) La fe pública. El mantener la donación de órganos estrictamente voluntaria (y con confirmación de los parientes) es precisamente lo que mantiene a raya las suspicacias acerca de abusos del sistema. ¿Se imaginan una situación en que las autoridades dejaran morir o mandaran a matar "limpiamente" a alguien porque otra persona necesita sus órganos?
Recordemos el caso del exministro Pérez Yoma. No estoy diciendo que haya sido un caso de corrupción, en que "alguien con poder" manipulara la situación para conseguir el órgano que él mismo necesitaba... pero ciertamente sí dio esa impresión, y mucha gente pensó (¿correctamente? ¿incorrectamente?) que hubo mano negra. Ahora bien, la percepción pública fue, a lo más, que solamente hubo manipulación en los lugares de la lista de espera... pero, ¿qué pasaría si se levantaran suspicacias sobre la muerte del donante (pues se sabía o presumía que lo era)?
2) La discriminación a quienes estén en el «Registro Nacional de No Donantes» no está bien definida. Si me rehúso a ser donante ahora, quedo inscrito en el registro; si dentro de 20 años, descubro que necesito un, digamos, hígado nuevo, ¿puedo ir a la notaría a revocar mi rechazo, inscribirme como donante, salir del registro y entonces quedar en "igualdad de condiciones" frente a otros potenciales receptores? ¿Se contará o no como factor a la hora de discriminar el hecho de que estuve en el registro por dos décadas?
HE DICHO.
P.S.: hay quienes creen que en algunas décadas la medicina podrá regenerar los órganos de una persona a partir de muestras pequeñas de tejido de ella misma. Esto eliminaría (el grueso de) la necesidad de donar órganos y reduciría enormemente el actual problema.
7 de octubre de 2013
¿Cuántos partidos políticos habían en 1987-1988?
Hoy en día se están creando nuevos movimientos y partidos políticos que buscan reemplazar a los "tradicionales", debido al desgaste que tienen: Evópoli, Red Liberal, Fuerza Pública (cuyos "puerta a puerta" no reciben la denominación de «plan cuadrante»), etcétera.
Los "partidos tradicionales" son comparativamente pocos - de izquierda a derecha están el PC (y grupúsculos asociados), PS, PRSD, PPD, DC, RN y la UDI... pero no son más que los sobrevivientes de las postrimerías de la década del '80, en que la apertura política permitió la reconstitución de los partidos preexistentes y la creación de varios nuevos... el grueso de los cuales no sobrevivieron.
En aquella época (1987-1988) habían varias decenas de movimientos y partidos políticos activos; para poder seguir el rastro de todos ellos, hice una lista, que ahora comparto.
Recordemos que la "concertación de partidos por el NO", luego "por la democracia", fue constituida inicialmente por 12 partidos, que luego se ampliaron a 16 y que con el paso de los años se redujo a 4 (algunos partidos abandonaron la coalición, otros desaparecieron y otros se fusionaron).
Los partidos existentes eran:
1) centroderecha, derecha y extrema derecha (parto por este lado porque hay muchos menos partidos que al otro):
2) centroizquierda-centro:
4) izquierda marxista:
PPD: el «Partido Por la Democracia» fue formado inicialmente como un "partido instrumental" cuyo objetivo era "derrotar a la dictadura", sin tener ninguna ideología más allá de eso. De hecho, se formó con la promesa de que "se disolvería el 6 de octubre de 1988". Por supuesto, tras el plebiscito, esta promesa fue silenciosamente abandonada, y el PPD tomó un nuevo rol de partido "paraguas", que agrupara a todos los pequeños grupos que existían entre el PS y la DC. Para esto, debió deshacerse de la (pequeña) presencia de gente de centro y centroderecha, quedando como un partido de izquierda. Hoy suena a una broma ridícula, pero entre 1988 y 1990, Armando Jaramillo, un tipo liberal hasta la médula, fue vicepresidente del partido.
Los "partidos tradicionales" son comparativamente pocos - de izquierda a derecha están el PC (y grupúsculos asociados), PS, PRSD, PPD, DC, RN y la UDI... pero no son más que los sobrevivientes de las postrimerías de la década del '80, en que la apertura política permitió la reconstitución de los partidos preexistentes y la creación de varios nuevos... el grueso de los cuales no sobrevivieron.
En aquella época (1987-1988) habían varias decenas de movimientos y partidos políticos activos; para poder seguir el rastro de todos ellos, hice una lista, que ahora comparto.
Recordemos que la "concertación de partidos por el NO", luego "por la democracia", fue constituida inicialmente por 12 partidos, que luego se ampliaron a 16 y que con el paso de los años se redujo a 4 (algunos partidos abandonaron la coalición, otros desaparecieron y otros se fusionaron).
Los partidos existentes eran:
1) centroderecha, derecha y extrema derecha (parto por este lado porque hay muchos menos partidos que al otro):
- Unión Liberal-Republicana; originado como la fusión entre dos sectores remanentes del Partido Liberal: el "Movimiento Liberal" y el "Partido Republicano". Notable, a pesar de su reducido tamaño, porque fue el único partido de centroderecha que se definió explícitamente como NO-ista; incluso formó parte de la "Concertación por el NO"; posteriormente se integraría al PPD (!) [ver nota más abajo].
- PLD: una vez que la ULR se definió explícitamente como NO-ista, un sector del partido, de simpatías oficialistas, se escindió y formó uno nuevo, el Partido Liberal Democrático. Tras su desaparición, sus militantes terminaron en RN.
- ANI: Alessandrismo Nacional Independiente (hicieron un poco de ruido y nunca más se supo de ellos).
- PSur: Partido del Sur (el único partido auténticamente regionalista - tras desaparecer, sus miembros terminaron en RN o la UDI).
- PN: Partido Nacional; remanente del antiguo PN, formado por algunos dirigentes que no quisieron unirse a RN; la principal divergencia es que los dirigentes de este partido eran opositores al gobierno militar, pero nunca se integraron formalmente a la oposición ni menos a la concertación.
- RN: Renovación Nacional.
- UDI: Unión Demócrata Independiente.
- AN: Avanzada Nacional (el partido de Álvaro Corbalán).
2) centroizquierda-centro:
- SD: Social Democracia: facción de la SD, presidida por Venegas (fue el que quiso hacer que la SD apoyara el SÍ, gatillando la división del partido en cuatro partes).
- SD-??????: la otra facción SÍ-ista de la SD (no puedo recordar el apellido que le correspondía).
- SD-Progresista: facción de la SD, presidida por Velásquez (de oposición).
- SD-Doctrinaria: facción de la SD, presidida por Mandujano (de oposición).
- DC: Democracia Cristiana.
- DR: Democracia Radical (escisión del antiguo Partido Radical, que apoyaba al gobierno militar); se formó en la época de la UP, como "Partido Radical Democrático"; el cambio de nombre se hizo cuando el partido se reconstituyó en la década del '80.
- PADECH: PArtido DEmocrático de CHile.
- PADENA: el viejo PArtido DEmocrático NAcional.
- PAC: Partido Alianza de Centro.
- UCR: Unión Cívica Radical; un modestísimo grupo, seguramente una escisión minúscula del Partido Radical. Notorio sólo porque es el único de todo el lote que se autodisolvió formalmente (en vez de simplemente desaparecer o fusionarse con otro partido para sobrevivir).
- PR: Partido Radical de Chile, facción Silva Cimma (peleó por el nombre ante el Servicio Electoral y ganó).
- PPD: Partido Por la Democracia.
- PS-Arrate: la facción más grande del Partido Socialista, presidida por Arrate (y antes de él, por Núñez).
- PRM: (ya ni recuerdo el nombre, creo que era otra facción más de los radicales).
- PSH: Partido Socialista Histórico (otra facción más del PS).
- PMAS: Partido Movimiento [sic] Amplio Socialista.
- PSCh: "Partido Socialista Chileno" (los demás eran todos "Partido Socialista de Chile"); nadie en la izquierda les hacía caso, y se acusaba a sus dirigentes de ser agentes de la CNI tratando de avivar la cueca del PS.
- USOPO: Unión SOcialista del PueblO (otra facción del PS; puede que haya sido marxista, pero no lo sé a ciencia cierta).
- PS-Mandujano: la facción más enana (pero inusualmente sonora) del PS, presidida por... Mandujano (no era el mismo de la SD-Doctrinaria).
- PRTD: otra facción radical, creo.
- PSDC: otra facción socialista (no recuerdo qué significaba "-DC").
- PS-unitario: otra facción socialista, que proclamaba la unidad del PS (idea bastante rayada en ese tiempo).
- PS-Allende: otra facción socialista, que procuraba realzar la figura de Allende (toma ya diferenciación de producto :-) ).
- PH: Partido Humanista.
- PV: Partido Verde (formado como spin-off del PH).
4) izquierda marxista:
- PRSD: Partido Radical Socialista Democrático, facción Luengo (peleó por el nombre "Partido Radical de Chile" ante el Servicio Electoral y perdió).
- IC: Izquierda Cristiana (renombrada en 2013 a "Izquierda Ciudadana").
- PTI: Partido de los Trabajadores de la Izquierda (creo).
- MAPU: Movimiento Augus^H^H^H er... de Acción Popular Unitaria.
- MAPU-OC: MAPU Obrero Campesino (escisión del MAPU).
- MAPU-L: MAPU Lautaro, otra escisión del MAPU; abrazó la violencia como "forma de expresión política" (duró poco, afortunadamente).
- FRPL: Frente Revolucionario Patriótico por la Libertad (aun otra escisión violentista del MAPU).
- PS-Almeyda: la otra facción grande del PS, presidida por Almeyda.
- PCM: escisión del Partido Comunista (no recuerdo que significaba la 'M').
- PC: Partido Comunista.
- PC (AP): Partido Comunista (Acción Proletaria): escisión del PC, que consideraba a estos como doctrinariamente "blandos" (¡¡¡!!!).
- MIR: Movimiento de Izquierda Revolucionaria (una manga de hijos de puta).
- FPMR: Frente Patriótico Manuel Rodríguez (otra manga de hijos de puta).
5) sui generis:
- JL: Partido de los Jubilados.
NOTAS:
PPD: el «Partido Por la Democracia» fue formado inicialmente como un "partido instrumental" cuyo objetivo era "derrotar a la dictadura", sin tener ninguna ideología más allá de eso. De hecho, se formó con la promesa de que "se disolvería el 6 de octubre de 1988". Por supuesto, tras el plebiscito, esta promesa fue silenciosamente abandonada, y el PPD tomó un nuevo rol de partido "paraguas", que agrupara a todos los pequeños grupos que existían entre el PS y la DC. Para esto, debió deshacerse de la (pequeña) presencia de gente de centro y centroderecha, quedando como un partido de izquierda. Hoy suena a una broma ridícula, pero entre 1988 y 1990, Armando Jaramillo, un tipo liberal hasta la médula, fue vicepresidente del partido.
PS: las ocho facciones del Partido Socialista estaban peleadas entre sí, hasta que empezaron a atinar que estarían mejor juntas. El PS-Arrate y el PS-Almeyda acordaron la fusión, a la que se sumaron la USOPO, el PS Histórico y el PS-Mandujano, "refundando" así al PS. El resto de las facciones desaparecieron o se integraron más tarde al PAIS (el engendro de Luis Maira, "Partido Amplio de Izquierda Socialista"), que duró poco.
PR, SD: en el Partido Radical llegaron a haber cuatro facciones, tres opositoras y una oficialista (la DR). En la Social Democracia también llegaron a haber cuatro facciones, dos opositoras y dos oficialistas. Las últimas dos terminaron desapareciendo, mientras que las primeras, por necesidades electorales, se fusionaron. Más tarde se fusionaron con el PR reunificado (dos facciones opositoras: las de Silva Cimma y Luengo), formando un solo lote: el "Partido Radical Socialdemócrata", que es el que sigue ratoneando hasta hoy en día. Es de notar que la SD originalmente fue una escisión del PR, en la década del '70. La DR, por otro lado, terminó metida en la UCC (el engendro del Frafrá) y desapareció para siempre.
JL: El famoso (por lo kitsch) "Partido de los Jubilados" nació cuando Juan Antonio Torres decidió hacerle caso a una carta al director de El Mercurio, en que el autor criticaba el abandono de ese segmento de la población, y recomendaba (en tono irónico) fundar un partido para cuidar sus intereses. Tiempo despues del inicio de los escandalosos incidentes de ese partido, el mismo autor escribió otra carta lamentando que alguien hubiese tomado en serio su carta...
Casi nada.
Twitteando en los '90.
En octubre de 2010, una moda del día fue el tag #twitteandoenlos90, con el que cada usuario emitía tweets ficticios sobre qué cosas habría comentado en Twitter en la décad del '90. Esto es lo que yo escribí en su momento:
- Muéranse de envidia. Tengo un Pentium de 100MHz con 16 Mb de memoria, disco de 200Mb y un CERDO monitor de 15".
- Me costó un dineral pero... ¡TENGO DVD PLAYER!
- Ooohh... la nueva versión de TINTIN es la muerte. No voy a jugar más MUD haciendo telnet directamente.
- No puedo creerlo. El pasaje de la micro subió a $200.
- ¡Genial! Mi sitio web fue aceptado en el directorio de Yahoo!. Estoy feliz. :-)
- ¿¿¿Qué??? ¿Ahora hay que pagar para inscribir los dominios en el NIC? Cibersquatters de mierda, esto es culpa de ellos.
- 8-O La guerra de flames en chile.* está en la portada de La Segunda. Dice "GUERRA EN INTERNET" en el titular principal.
- Oye, esta "librería virtual" promete harto. Métanse a http://www.amazon.com/ .
- Olvídense de mí por unas horas. Acabo de bajar por ftp el DOOM y voy a jugar. :-)
- Laaaaaaaaaaaaata... estoy transfiriendo archivos de un PC a otro con el LapLink 3. Igual es más rápido que con diskettes.
- Por la cresta, otra vez configurando la EMS y la XMS. Suerte que tengo una copia impresa de mi config.sys y autoexec.bat.
- Un turno más. Un turno más. Un turno más...
- Oooooh... ahora hay audio secundario en inglés en los programas de la televisión por cable. ¡Adiós doblaje!
- Conseguí un adaptador para usar cables paralelos en vez de seriales con el LapLink 3. ¡Esto es velocidad, señores!
- ¡ÚLTIMO MINUTO! Van a sacar una secuela del Duke Nukem 3D. Nombre tentativo: Duke Nukem Forever. ¡Ojalá salga pronto!
- ¡Se lanzó! ¡Le hizo caso y se lanzó por el precipicio! Bueno, no sin echarse a las sombras con su par de bombas. :-) #B5
- APESTADO con el Festival de Viña de Méjico. Megavisión sucks.
- Je je. Je je je je je. Je je je je je je je. #Beavis
- WTF? ¿Tom Hanks en una película dramática? ¿Qué onda?
- Quedé BABOSO con la mina que sale con Jim Carrey en _La Máscara_. ¿Cameron cuánto se llama?
1 de octubre de 2013
El Estado ha ASESINADO la donación de órganos.
NOTA: una semana después de escrito este artículo, publiqué otro que responde a algunos comentarios recibidos y desarrolla algunas ideas más. Está en Más pensamientos sobre la "donación" forzada de órganos en Chile.
Partamos con algo con lo que todos estaremos de acuerdo:
Donar los propios órganos del cuerpo tras la muerte de uno es un altamente loable acto de generosidad que beneficia a otras personas.
Enfoquémonos ahora en la palabra clave: DONAR. El acto de donar debe ser voluntario, sin presión de ningún tipo, ya social, ya económica; de hecho, la RAE dice esto explícitamente en la definición del verbo donar. Si existe presión de algún tipo, el acto deja de ser una donación y es, en el mejor de los casos, una cesión.
La nueva ley de «donación universal de órganos» establece un mecanismo que llama "donación", pero que no lo es realmente, y que tiene gravísimas implicancias.
Para entender qué diablos está pasando, repasemos brevemente qué ocurrió para llegar a esta situación:
Chile ha tenido durante décadas la capacidad de efectuar transplantes de órganos, obtenidos de personas recientemente fallecidas, con los que se salva la vida de otras. Los órganos que pueden ser utilizados en transplantes siempre han sido escasos, situación que históricamente se ha agravado por la reticencia de los parientes del fallecido de turno a donarlos, a veces por equívocos argumentos religiosos (“Dios me entregó a mi hijo enterito, y así es cómo se lo devolveré.”) y a veces por sospechas de malas prácticas médicas (“Seguro que lo dejaron morir para darle sus órganos a alguien más.”).
A lo largo de los años, los gobiernos de turno, apoyados por grupos de interés y también por la Iglesia Católica, han hecho campañas de educación, promoviendo las innegables bondades de la donación de órganos. Esto ha tenido efectos positivos en la población, pero aún queda mucha gente que no acepta esta idea.
Hasta 1996, el procedimiento general para lidiar con un paciente recientemente fallecido (y cuyos órganos pudiesen ser aprovechados) era contactar a los parientes directos y derechamente pedirles que donaran sus órganos. Si ellos se negaban, no podían usarse y punto.
Además de lo anterior, la ley prohibía estrictamente y castigaba con dureza el tráfico de órganos, y establecía claramente que no podía haber dinero alguno involucrado en el procedimiento (tanto en donantes vivos como muertos). Esta prohibición nunca ha cambiado y, afortunadamente, no es parte de la actual polémica.
Como la cantidad de órganos disponibles era reducida, las listas de espera de pacientes que necesitaban uno crecían y crecían, haciendo que los médicos a cargo estuviesen desesperados por obtener más órganos.
En abril de 1996 se publicó la ley 19.451, que estableció un protocolo nuevo: cuando se renovara el carné de identidad, el encargado preguntaría al renovante si quería ser donante o no; si éste respondía afirmativamente, se le entregaría una tarjeta de donante (que, presumiblemente, sería portada en el mismo lugar que el carné de identidad). Esta declaración también podía ser hecha ante notario (algo que probablemente nadie se molestó en hacer, dado que este trámite, a diferencia del anterior, costaba dinero). Si el renovante respondía negativamente o con evasivas, se entendía que no quería ser donante y el tema quedaba ahí. Por último, si la persona no había expresado preferencia alguna, se aplicaban las reglas antiguas (preguntar a los familiares).
Este cambio fue bienvenido en general, pues los médicos ya no tendrían que perder tiempo buscando a los familiares para preguntarles por los órganos del difunto... pero no produjo un aumento apreciable en la disponibilidad de órganos, lo que llevó a la búsqueda de un nuevo mecanismo.
El gobierno y el Congreso Nacional aprobaron en enero de 2010 la ley 20.413, que establece el procedimiento de «donación universal». La ley presume que todos los mayores de 18 años son donantes y se obliga a aquellos que no quieran serlo a establecerlo explícitamente, mediante una declaración ante notario o al renovar el carné de identidad. Después, en junio de 2013, se publicó la ley 20.673, que eliminó la posibilidad de hacer el trámite en el Registro Civil y deja a la notaría como única opción.
Al entrar en vigencia esta última ley, en octubre de 2013, la principal polémica ha estado centrada en el costo del trámite (el Ministerio de Salud quería que se hiciera mediante una declaración simple, trámite que cuesta $500, mientras que la Corte Suprema ha determinado que se haga mediante una escritura pública, que tiene un costo de $8.400 [y esto suponiendo que la notaría del caso no cobre más dinero por este trámite, vicio frecuente en en estas oficinas]), pero en realidad esto es una nimiedad (... por ahora) - el verdadero problema es otro:
El Estado ha clamado la propiedad de los órganos del cuerpo de cada adulto, y ahora cada adulto tiene que defenderse de esta intrusión, haciendo un esfuerzo en tiempo y dinero para revertirla.
Para colmo, la ley 20.673 también establece que aquellos que declaren no querer ser donantes serán inscritos en un registro público como tales, y si en algún momento llegan a necesitar un órgano, tendrán menor preferencia que aquellos que nunca hayan hecho tal declaración.
Como si lo anterior fuera poco, la ley no establece una exención para aquellas personas que tengan un problema médico que les impida ser donantes. Así, alguien que haya tenido, por ejemplo, hepatitis, está frente a una disyuntiva moral: ¿me registro como no donante y me arriesgo a ser discriminado cuando necesite un órgano (como un hígado), o no lo hago y arriesgo la salud de varias personas, que posiblemente reciban mis órganos?
El sistema de «donación universal» no es plenamente voluntario, y por lo tanto no puede ser llamado propiamente "donación". Es derechamente una forma de expropiación, cuyo único pago es la posibilidad de tener cierta preferencia a la hora de necesitar un órgano. En toda esta situación, nadie ha establecido el justo valor de un órgano. ¿Cuál será?
Las consideraciones sobre la propiedad de los órganos tienden a ser obviadas, pues se trata del cuerpo humano y de potenciales vidas que se puedan salvar. Éstas quedan en evidencia cuando, guardando las proporciones, se argumenta de la misma manera para obtener repuestos para un automóvil; si alguien dijera, por ejemplo, que “Los repuestos para los antiguos escarabajos de Volkswagen son escasísimos. Si el escarabajo de alguien falla, es justo que el Estado lo canibalice y tome todas las piezas que aún sirvan, para entregarlas a aquellos otros escarabajos que todavía funcionan pero tienen problemas.”, recibiría como respuesta una negativa generalizada: todos estarían de acuerdo en que el dueño del automóvil estropeado tiene pleno derecho a hacer lo que quiera con las piezas y partes que quedan.
Entonces, ¿por qué ese argumento es válido para los órganos del cuerpo humano?
¿Y qué va a pasar después? Por ahora, el costo de $8.400 es desagradable pero no excesivo para buena parte de la población, pero... ¿y si aumenta ese precio? ¿O si se establece en una ulterior modificación legal que las declaraciones tienen fecha de expiración y deben ser renovadas? ¿Llegaremos a una situación en que los pobres no tengan la capacidad financiera de evitar ser "donantes"? Por ahora, el transplante de órganos es una medida extrema, que tiene aplicabilidad limitada; ¿qué pasará con la demanda de órganos si avances en medicina hacen que el transplante sea más fácil de hacer?
La sociedad chilena está en un camino que la lleva a un mundo como el descrito por Larry Niven en su novela corta The Jigsaw Man, de 1967 - en esta historia, la medicina puede transplantar órganos con facilidad y sin mayores efectos posteriores; la fortísima demanda por órganos frescos lleva a establecer la pena de muerte para delitos de cada vez menor monta. Habrá quien diga que este es un extremo, y no representa a nuestra sociedad. Sin embargo, la creación de la «donación universal» (ley 20.413) no es sino el primer paso que nos lleva por este camino... y la eliminación del trámite gratuito para declararse como no donante (ley 20.673) es el segundo paso.
Las leyes 20.413 y 20.673 deben ser derogadas y el concepto facilista (y moralmente repugnante) de «donación universal» debe ser desechado definitivamente. El verdadero camino es la educación.
Nota: mis agradecimientos a Matías Rivadeneira, que me hizo notar la omisión de la ley 20.673 en la versión inicial de este artículo.
Entonces, ¿por qué ese argumento es válido para los órganos del cuerpo humano?
¿Y qué va a pasar después? Por ahora, el costo de $8.400 es desagradable pero no excesivo para buena parte de la población, pero... ¿y si aumenta ese precio? ¿O si se establece en una ulterior modificación legal que las declaraciones tienen fecha de expiración y deben ser renovadas? ¿Llegaremos a una situación en que los pobres no tengan la capacidad financiera de evitar ser "donantes"? Por ahora, el transplante de órganos es una medida extrema, que tiene aplicabilidad limitada; ¿qué pasará con la demanda de órganos si avances en medicina hacen que el transplante sea más fácil de hacer?
La sociedad chilena está en un camino que la lleva a un mundo como el descrito por Larry Niven en su novela corta The Jigsaw Man, de 1967 - en esta historia, la medicina puede transplantar órganos con facilidad y sin mayores efectos posteriores; la fortísima demanda por órganos frescos lleva a establecer la pena de muerte para delitos de cada vez menor monta. Habrá quien diga que este es un extremo, y no representa a nuestra sociedad. Sin embargo, la creación de la «donación universal» (ley 20.413) no es sino el primer paso que nos lleva por este camino... y la eliminación del trámite gratuito para declararse como no donante (ley 20.673) es el segundo paso.
Las leyes 20.413 y 20.673 deben ser derogadas y el concepto facilista (y moralmente repugnante) de «donación universal» debe ser desechado definitivamente. El verdadero camino es la educación.
Por favor lea también Más pensamientos sobre la "donación" forzada de órganos en Chile., en que respondo a algunos comentarios recibidos tras la publicación inicial de este artículo y desarrollo algunas ideas más sobre el tema.
Nota: mis agradecimientos a Matías Rivadeneira, que me hizo notar la omisión de la ley 20.673 en la versión inicial de este artículo.
23 de septiembre de 2013
Cuando partí en Internet...
En marzo de 2011, una moda del día fue el tag #cuandopartieninternet, con el que cada usuario hacía comentarios sobre cómo era la cosa cuando comenzó a usar Internet. Ahora bien... yo empecé unas pocas semanas después de que llegó a la universidad, en 1991; fui testigo de la pelea entre la U. de Chile y la PUC por quiénes se conectaban primero, disputa que ésta última ganó, si bien por apenas algunas horas (esto a pesar de que la U. de Chile se había inscrito antes, [y por eso sus direcciones IP son 146.83.*.*, más bajo que 146.155.*.*, las de la PUC]). Internet, 20 años antes, era bastante distinta de lo que es ahora...
Nota: antes de Internet, varias universidades (la PUC, la U. de Chile, la USACH, etc.) habían estado conectadas a otra red, la BITNET, que fue... fagocitada por Internet. Yo alcancé a tener una cuenta en BITNET (o, mejor dicho, a compartir una con un amigo, pues eran MUY escasas) y a hacer cosas en esa red. De hecho, mi primera lección sobre Internet fue sobre las cosas que BITNET tenía que Internet no.
¿Qué escribí en twitter con el tag #cuandopartieninternet? Esto:
Cómo cambian las cosas, ¿no?
Nota: antes de Internet, varias universidades (la PUC, la U. de Chile, la USACH, etc.) habían estado conectadas a otra red, la BITNET, que fue... fagocitada por Internet. Yo alcancé a tener una cuenta en BITNET (o, mejor dicho, a compartir una con un amigo, pues eran MUY escasas) y a hacer cosas en esa red. De hecho, mi primera lección sobre Internet fue sobre las cosas que BITNET tenía que Internet no.
¿Qué escribí en twitter con el tag #cuandopartieninternet? Esto:
- Había que saberse las direcciones IP de los servers más importantes, porque el DNS no funcionaba la mitad del tiempo.
- Los servidores más importantes eran wuarchive.wustl.edu y SIMTEL20.
- Tuve que aprender la diferencia entre las direcciones de correo de BITNET y las de Internet.
- Tenía un programa de conexión dial-up y un cliente de telnet ¡con ftp al PC local incorporado!, ambos para MS-DOS.
- En la lista de correo de Rush (The National Midnight Star), tenían en el ftp asociado un archivo de texto con las direcciones de correo de cada uno.
- En Usenet, no existía chile.grupos.anuncios - los grupos chile.* se creaban a dedo, previa conversa entre los news managers.
- Los servidores de la puc no tenían los man pages instalados, porque "no alcanza el disco" (y eran gigantes: 300MB).
- Los novatos leían correo con mail - los que cachábamos más usábamos elm.
- ¿Eudora? ¿Qué es eso?
- Los archivos se comprimían en formato .ARC.
- Leíamos news con rn - tin llegó después.
- Bajar correctamente cuatro archivos ZIP, de 800K en total (la versión 3.algo de Brother's Keeper) me tomó dos días completos.
- Aún no aparecía el IRC ni el ytalk.
- No había IRC, pero... los puertos para talk estaban abiertos y podías hablar con extranjeros si tenías su e-mail.
- Podías hacerle finger a cualquier persona en el mundo, y te aparecía su información - incluyendo su .plan y su .project.
- Me retaron MUY retado por poner una copia de The Jargon File (un archivo de texto de 600K) en un servidor de ftp local (era para ahorrar ancho de banda, que era aún más escaso que el disco).
- No teníamos direcciones de correo permanentes - se asignaban curso por curso, y se eliminaban al terminar el semestre (las cuentas permanentes aparecieron recién en 1994).
- Los servicios en Internet (para usuarios) eran telnet, ftp, mail, NNTP, talk y finger.
- Bajar fotos en formato GIF en 320x200@256 era mágico. Si eran de 640x480@256, ¡mejor! (y las veíamos con un programa llamado CShow).
- Los módems para PC eran caros. Y primero había que ver si la universidad te daba acceso dial-up.
- El grueso de las direcciones de correo en las listas de correo a las que estaba suscrito eran .edu.
- La versión gratis de Unix era Minix. De repente apareció un finés que hizo otra, basándose en lo que había aprendido.
- Cero opción de tener conectividad el fin de semana, a menos que fueras a los terminales muertos vivientes en el submarino amarillo.
- Las animaciones para VT100 eran de lo más bacán que había. ¡Y andaban en terminales VT220!
- La cuota de disco en nuestras cuentas de usuario era de 500K - los admins gozaban de... 1000K.
- Había un admin que creaba directorios de root en nuestras cuentas de usuario para guardar sus cosas, usurpando nuestras cuotas. Cómo odiábamos a ese maldito.
- Los dominios .cl eran inscritos gratuitamente.
- NI SIQUIERA EXISTÍA EL CONCEPTO DE SPAM.
- Si uno quería poner información disponible al público, ponía un ftp anónimo (antes había que tener el visto bueno del admin).
- Había que preocuparse de poner la sesión de ftp en modo binario cada vez.Y luego verificar que los archivos transferidos llegaran bien.
- Felipe Castro era "newsman" de la PUC, y Eduardo Rodríguez el de la U. de Chile. El término "news admin" apareció después.
- Estaba maravillado porque le podía mandar un mail al Oráculo de Usenet y tener la respuesta en menos de 30 segundos.
- Una de las cosas que lamentábamos de haber abandonado BITNET es que ya no teníamos el comando tell (que era, esencialmente, un sistema de mensajería instantánea entre distintos servidores BITNET, para hablar entre dos personas o para darle comandos a un servidor).
- No existía HTTP, Archie, FTPS, FSP (R.I.P.), AFS (R.I.P.), Jabber, SSH, etcétera.
- En la puc todavía estaba el server pucing (un viejísimo IBM 9370).
- Poca gente tenía PC en la casa, y poquísima con disco duro. Muchos tenían un diskette etiquetado "Internet", que tenía el Trumpet Winsock (el programa para hacer conexiones dial-up a través del teléfono).
- A todo esto, mi disco duro era de 40MB (no 40GB: 40MB). Un compañero tenía uno de 52MB y todos nos moríamos de envidia.
- Decían que estaba loco porque estaba suscrito a cinco listas de correo. Esto fue antes de que descubriera USENET...
- Los archivos de sonido eran .au. Los .wav aparecieron mucho después (una vil copia de Microsoft del formato AU).
- Los fanáticos de la música bajaban archivos .mod y, con suerte, .au. El formato MP3 no existía.
- Tenía anotados en una hoja todos los sitios FTP de interés (con dirección IP). ¡Y me sobraba espacio!
- Como la PUC y la U. de Chile no se interconectaban por una pelea idiota, era más rápido el ftp a Finlandia que a Beauchef.
- "Jugar por Internet" era jugar MUD (en línea) o alguno de varios juegos de estrategia ("play by mail"); también había un servidor de ajedrez, en que podías jugar contra alguien más.
- Las listas de correo eran administradas mediante LISTSERV, Majordomo... o a mano. No existía mailman.
- Los artículos en news.puc.cl duraban: puc.*: 30 días; chile.*: 15 días; big-7: 7 días; alt.*: 3 días.
- Había shareware que quería comprar, pero mandar dinero a un extranjero era un hueveo MAYÚSCULO. ¿Hoy? Paypal y listo.
- Amazon no existía. Para comprar un libro en USA, había que pedírselo a alguien allá... o pagar mucho MUCHO $$$ acá.
- Mi primer browser de esta cosa llamada "web" fue el Mosaic 1.0.0... pero terminé prefiriendo el lynx (era más rápido)
- No existía imdb.com. Tampoco existía su precursor... (googléenlo).
- Tampoco existía Google.
- Tenía que explicarle a los gringos por qué había dos enlaces independientes y disjuntos a Internet en Chile.
- Nadie decía "el internét" (tilde añadido para ilustrar el punto).
- Todos los regulares de Usenet encontraban que yo era un weón pesado y... er... Plus ça change, plus ç'est la meme chose?
- Era imposible saber qué diablos quería decir un abogado gringo cuando hablaba de "Arkell vs. Pressdram". ¿Hoy? Google.
- Había que explicarle a los nuevos la diferencia entre Cc: y Bcc:. Er... plus ça change, plus ç'est la meme chose.
- El dominio .ru no existía. El correcto era .su.
- Ya habían revistas electrónicas (juegos para PC, principalmente). Se publicaban como una serie de archivos JPG en un sitio ftp. Hacerlo en PDF llegó mucho, mucho, después (de hecho, el formato PDF aún no existía).
- ¡AY DE TI! si te pillaban usando screen en días de alta demanda. ¿Ancho de banda, el cuello de botella? Cierto, pero los TTYs eran aún más escasos.
- No existía bash. Solamente los admins podían usar tcsh, y los usuarios estábamos clavados con csh (y que agradeciéramos que no nos bajaban a sh).
- Si un artículo en Usenet te gustaba, había que grabar una copia, para no perderlo cuando desapareciera de los servidores para siempre...
Cómo cambian las cosas, ¿no?
22 de septiembre de 2013
La degradación de los sujetos de nuestras idolatrías.
La humanidad ha avanzado en los últimos siglos a pasos agigantados en la elevación del nivel general de conocimiento de las personas (por ejemplo, hoy en día es impensable que un niño no sepa leer ni escribir, algo que hasta hace menos de cien años era frecuente). Y al mismo tiempo que ocurre esto, ocurre un fenómeno que encuentro extraño: las figuras que idolatramos caen cada vez más bajo.
- Primero adorábamos a las fuerzas de la naturaleza.
- Después las personificamos y adorábamos a los dioses.
- Después, a los semidioses (humanos con alguna cualidad divina).
- Después, a los reyes y a la nobleza.
- Después, a los hombres de ciencia.
- Después, a los escritores.
- Después, a los actores.
- Después, a los músicos y a los cantantes.
- Después, a los deportistas.
- Después, a las supermodelos.
- Después, y hasta ahora, a las figuras de farándula y "reality".
Las figuras a las que idolatramos no son sólo de cada vez menor estopa, sino que, además, son cada vez menos destacables dentro del propio conjunto de personas en que estamos. Con los personajes de farándula hemos llegado a, literalmente, un gil cualquiera cuya única gracia es estar frente a una cámara.
¿Cuál será el próximo sujeto de nuestra idolatría? ¿Presidiarios o enajenados mentales, a los que simultáneamente idolatremos Y consideremos bajo el promedio de la colectividad?
¿Por qué se produce este fenómeno?
- Primero adorábamos a las fuerzas de la naturaleza.
- Después las personificamos y adorábamos a los dioses.
- Después, a los semidioses (humanos con alguna cualidad divina).
- Después, a los reyes y a la nobleza.
- Después, a los hombres de ciencia.
- Después, a los escritores.
- Después, a los actores.
- Después, a los músicos y a los cantantes.
- Después, a los deportistas.
- Después, a las supermodelos.
- Después, y hasta ahora, a las figuras de farándula y "reality".
Las figuras a las que idolatramos no son sólo de cada vez menor estopa, sino que, además, son cada vez menos destacables dentro del propio conjunto de personas en que estamos. Con los personajes de farándula hemos llegado a, literalmente, un gil cualquiera cuya única gracia es estar frente a una cámara.
¿Cuál será el próximo sujeto de nuestra idolatría? ¿Presidiarios o enajenados mentales, a los que simultáneamente idolatremos Y consideremos bajo el promedio de la colectividad?
¿Por qué se produce este fenómeno?
What did The Planet of the Apes' society do with the bonobos?
Although Pierre Boulle's original novel and Charlton Heston's movie (plus its sequels) differ a lot, they coincide in one thing:
Ape society is composed of all apes, with the exclusion of humans: chimpanzees, gorillas and orangoutans are together as equals.
There's a problem with this... what about bonobos? This omission's real reason is rather prosaic: back when both the book and the movie's script were written, it was believed bonobos were chimpanzees, something that we know today not to be the case. If we set aside this inconvenient detail, this omission's implications are rather worrying, specially in the movie (the book still has the excuse of taking place in a different planet). There are two possibilities:
1) Bonobos are extinct. If so, how and why? Who did it?
The movies show an ape society rather small both in population and territory occupied (a great deal is made about expanding to the "Forbidden Zone"). What do these apes know about Central Africa? Is there any ape presence over there?
2) Bonobos are alive. This possibility is even more worrying: if they're alive, where are they? Knowing their peaceful attitude and their main mechanism of social interaction, everything points to bonobos being sex slaves, locked up in other apes' homes. Disturbing, isn't it?
Ape society is composed of all apes, with the exclusion of humans: chimpanzees, gorillas and orangoutans are together as equals.
There's a problem with this... what about bonobos? This omission's real reason is rather prosaic: back when both the book and the movie's script were written, it was believed bonobos were chimpanzees, something that we know today not to be the case. If we set aside this inconvenient detail, this omission's implications are rather worrying, specially in the movie (the book still has the excuse of taking place in a different planet). There are two possibilities:
1) Bonobos are extinct. If so, how and why? Who did it?
The movies show an ape society rather small both in population and territory occupied (a great deal is made about expanding to the "Forbidden Zone"). What do these apes know about Central Africa? Is there any ape presence over there?
2) Bonobos are alive. This possibility is even more worrying: if they're alive, where are they? Knowing their peaceful attitude and their main mechanism of social interaction, everything points to bonobos being sex slaves, locked up in other apes' homes. Disturbing, isn't it?
La sociedad del Planeta de los Simios... ¿qué hizo con los bonobos?
Aunque la novela original de Pierre Boulle y la película protagonizada por Charlton Heston (además de las secuelas) difieren mucho, coinciden en una cosa:
La sociedad está compuesta por todos los simios, con exclusión de los humanos: chimpancés, gorilas y orangutanes están juntos y son iguales.
Pero hay un problema... ¿qué hay de los bonobos? El verdadero motivo para su omisión es bastante prosaico: en la época en que el libro y el guión de la película fueron escritos, se creía que los bonobos eran chimpancés, cosa que actualmente sabemos que no es cierta. Pero si obviamos este pequeño detalle, las implicancias de esta omisión son perturbadoras, especialmente en la película (pues el libro todavía tiene la excusa de ocurrir en otro planeta). Hay dos posibilidades:
1) Los bonobos están extintos. Si fue así, ¿cómo y por qué? ¿Y quiénes lo hicieron?
Las películas nos muestran a una sociedad simia relativamente reducida tanto en población como en extensión territorial (se hace gran aspaviento de su expansión a la "zona prohibida"). ¿Qué sabrán estos simios de África Central? ¿Tendrán presencia ahí?
2) Los bonobos están vivos. Esta posibilidad es aún más preocupante, porque si están vivos... ¿dónde están? Conociendo su actitud pacífica y su principal manera de interactuar socialmente, todo apunta a que son esclavos sexuales, encerrados en las casas de los demás simios. Perturbador, ¿no?
La sociedad está compuesta por todos los simios, con exclusión de los humanos: chimpancés, gorilas y orangutanes están juntos y son iguales.
Pero hay un problema... ¿qué hay de los bonobos? El verdadero motivo para su omisión es bastante prosaico: en la época en que el libro y el guión de la película fueron escritos, se creía que los bonobos eran chimpancés, cosa que actualmente sabemos que no es cierta. Pero si obviamos este pequeño detalle, las implicancias de esta omisión son perturbadoras, especialmente en la película (pues el libro todavía tiene la excusa de ocurrir en otro planeta). Hay dos posibilidades:
1) Los bonobos están extintos. Si fue así, ¿cómo y por qué? ¿Y quiénes lo hicieron?
Las películas nos muestran a una sociedad simia relativamente reducida tanto en población como en extensión territorial (se hace gran aspaviento de su expansión a la "zona prohibida"). ¿Qué sabrán estos simios de África Central? ¿Tendrán presencia ahí?
2) Los bonobos están vivos. Esta posibilidad es aún más preocupante, porque si están vivos... ¿dónde están? Conociendo su actitud pacífica y su principal manera de interactuar socialmente, todo apunta a que son esclavos sexuales, encerrados en las casas de los demás simios. Perturbador, ¿no?
21 de septiembre de 2013
Los argentinos acusaban a Chile de expansionismo. NO TENÍAN IDEA...
Leyendo con un poco de atención la constitución de 1823 disponible en http://www.leychile.cl/, noté algo raro en el artículo cuarto, que cito a continuación (énfasis añadido):
Art. 4.o El territorio de Chile comprende de norte a sur, desde el Cabo de Hornos hasta el despoblado de Atacama; y de oriente a poniente, desde las cordilleras de los Andes hasta el mar Pacífico, con todas las islas adyacentes, incluso el archipiélago de Chiloé, las de Juan Fernández, Mocha y Santa María.
Lo primero que pensé es que se trataba de un error de transcripción: seguramente tenía que decir de sur a norte, ¿no? Pues bien, buscando por ahí di con una antigua copia impresa de la carta fundamental - véanla en http://archive.org/details/constitucionpoli00chil ... y tiene el mismo texto (bueno, dice "norte á sur").
¿Qué significa esto? Que según la constitución, el Estado de Chile clamaba para sí todo el territorio (y mar) en, supongamos, una franja del mismo ancho medio de Chile continental, que partía en el Cabo de Hornos, luego bajaba al Oceano Antártico, atravesaba la Antártica, subía por el Océano Índico, tomaba aproximadamente la mitad de la isla indonesia de Sumatra, el grueso de Camboya, Tailandia y Laos, seguía hacia el norte cortando China, Mongolia y Rusia, llegaba al polo norte, y bajaba por Canadá, tomaba el grueso de la región de Nueva Inglaterra en USA, parte de las Bahamas, cortaba en dos a la entonces Gran Colombia, cortaba el extremo sudoriental de Perú y tomaba los territorios costeros de Bolivia, hasta llegar al difusamente definido "despoblado de Atacama". Para colmo, se preocupaba de clamar los territorios insulares (el Archipiélago de Chiloé en Particular). Pero Chile continental... no.
La constitución de 1823 fue duramente criticada por los políticos de la época por ser impracticable (y fue suspendida en menos de un año por ese motivo). ¡¡¡NO TENÍAN IDEA DE LO IMPRACTICABLE QUE ERA REALMENTE!!!
Art. 4.o El territorio de Chile comprende de norte a sur, desde el Cabo de Hornos hasta el despoblado de Atacama; y de oriente a poniente, desde las cordilleras de los Andes hasta el mar Pacífico, con todas las islas adyacentes, incluso el archipiélago de Chiloé, las de Juan Fernández, Mocha y Santa María.
Lo primero que pensé es que se trataba de un error de transcripción: seguramente tenía que decir de sur a norte, ¿no? Pues bien, buscando por ahí di con una antigua copia impresa de la carta fundamental - véanla en http://archive.org/details/constitucionpoli00chil ... y tiene el mismo texto (bueno, dice "norte á sur").
¿Qué significa esto? Que según la constitución, el Estado de Chile clamaba para sí todo el territorio (y mar) en, supongamos, una franja del mismo ancho medio de Chile continental, que partía en el Cabo de Hornos, luego bajaba al Oceano Antártico, atravesaba la Antártica, subía por el Océano Índico, tomaba aproximadamente la mitad de la isla indonesia de Sumatra, el grueso de Camboya, Tailandia y Laos, seguía hacia el norte cortando China, Mongolia y Rusia, llegaba al polo norte, y bajaba por Canadá, tomaba el grueso de la región de Nueva Inglaterra en USA, parte de las Bahamas, cortaba en dos a la entonces Gran Colombia, cortaba el extremo sudoriental de Perú y tomaba los territorios costeros de Bolivia, hasta llegar al difusamente definido "despoblado de Atacama". Para colmo, se preocupaba de clamar los territorios insulares (el Archipiélago de Chiloé en Particular). Pero Chile continental... no.
La constitución de 1823 fue duramente criticada por los políticos de la época por ser impracticable (y fue suspendida en menos de un año por ese motivo). ¡¡¡NO TENÍAN IDEA DE LO IMPRACTICABLE QUE ERA REALMENTE!!!
Sacar cuentas alegres nunca ha sido una buena idea, ni en 1824 ni ahora.
Investigando temas del pasado por ahí (dejo como ejercicio para el lector descubrir acerca de qué tema exactamente), di con una copia en línea del Almanak Nacional para el Estado de Chile en el año bisiesto de 1824 (editado en 1823 por Juan Egaña, el mismo que escribió la constitución "moralista"), que lista información pertinente para el año de esa entonces joven república.
La última sección de este almanaque entrega información sobre la división territorial del país, y al final indica lo siguiente:
En el presente año, la República un [sic] 4.º y importante Departamento á su territorio : Chiloe.
Como sabemos, la invasión de Freire a Chiloé en 1824 fue un fracaso (otro gallo cantaría en 1826). Esto es lo que pasa por sacar cuentas alegres: 200 años después, alguien festina con tus predicciones erradas.
¡En la puerta del horno se quema el pan!
La última sección de este almanaque entrega información sobre la división territorial del país, y al final indica lo siguiente:
En el presente año, la República un [sic] 4.º y importante Departamento á su territorio : Chiloe.
Como sabemos, la invasión de Freire a Chiloé en 1824 fue un fracaso (otro gallo cantaría en 1826). Esto es lo que pasa por sacar cuentas alegres: 200 años después, alguien festina con tus predicciones erradas.
¡En la puerta del horno se quema el pan!
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